domingo, 29 de mayo de 2011

Colonización de Habitaciones

            Las emociones humanas más íntimas suelen ser aprovechadas para establecer actitudes masivas. Enaltecer el espíritu patriótico y un falso sentimiento de pertenencia, encarnando la maldad en el enemigo e ignorando la aglomeración de igualdades, dándole exagerado valor a las discrepancias entre ambos contendientes, ha logrado mantener guerras, siempre irracionales, que mueven la economía mundial e intentan sostener este sistema desvencijado. El actual auge del consumismo y la superfluidad tampoco sería posible sin esta estrategia.
            Pero si existe una organización que deba ser condecorada en este arte de la manipulación, es sin duda La Iglesia Católica. El miedo y la ignorancia son sus principales herramientas. El egocentrismo congénito, el deseo de perduración, irremediablemente se encuentra acechado por la muerte y necesita una salida para no afrontar tal derrota. El temor ataca directamente al pensamiento, dejándolo imposibilitado de actuar. Es en este momento donde la carencia de bases deja un vacío y “La Palabra del Señor” invade la intimidad. Lentamente ocupa todas las vacantes en mayor o menor medida, introduciendo al ser colonizado en un dogmatismo donde el cuestionamiento no está permitido.
             La existencia de este desconocido peligro, la muerte, hace posible la construcción de un mundo ideal y eterno. Para llegar al mismo debemos mantener una vida de rituales sinsentidos sazonados con los valores humanos más puros. Esto último no es tan necesario en la práctica, y pueden subsanarse los agravios a las personas pidiendo misericordia al patrón de este mundo perpetuo. Si nos desviáramos del estrecho sendero de la luz, inexorablemente seríamos condenados a un sufrimiento eterno.
  Aplicando un poco de lógica, posiblemente llegaríamos a la conclusión de que este paraíso sería infinitamente aburrido. Y respecto al sufrimiento eterno, es algo un poco absurdo, ya que el cerebro sólo responde a los cambios, por lo tanto existe la imposibilidad física de mantener eternamente una molestia. Pero la lógica no es aplicable en este campo. Tal es la inacción de la sensatez, que pregonan que el Señor de los Cielos posee una misericordia divina, pero es extraño la forma en que la aplica.
          Con la intrusión de la ciencia en los terrenos que antes se atribuían a lo divino, se echó a andar el estancamiento de aproximadamente trece siglos que se mantuvo durante la Edad Media. A medida que se fueron descubriendo causas naturales de muchos fenómenos, Dios fue perdiendo su rango de acción. Sus representantes terrenales salieron en su defensa de una manera un tanto cruel. Probablemente no fueron suficientes la cantidad de hogueras para contener esta peste de herejía que se trasmitía, por lo tanto La Iglesia reflexionó su papel he hizo un alto al fuego y después de muchos años disminuyó la antipatía hacia la ciencia. Una manera de plasmar esta reconciliación fue reconocer un error cometido hace algunos siglos, con las persecuciones a Galileo.
A pesar de este acercamiento a la ciencia en estas puerilidades terrenales de lo divino, la Iglesia Católica no logra adaptarse a la vida moderna. Esto lo denota la alta tasa de fieles que dejan sus filas. A pesar de ello, aún se encuentra enquistada en  varios de los países occidentales, recibiendo en muchos casos grandes sumas de dinero estatal para mantener a la cúpula. Es un tanto extraño las altas sumas que reciben estos trabajos (por llamarlos de alguna manera) no productivos, cuando escasea tanto el presupuesto destinado a la sociedad. ¿Será una especie de soborno para que nos dejen entrar a su reino divino?
La pérdida de fieles todavía no ha repercutido aún en su poder, ya que continúa entrometiéndose con opiniones dictatoriales en las decisiones nacionales, basándose, principalmente, en dos razones. En su Verdad revelada e incuestionable -¡qué favor hice a esto al llamarlo razón!-  y en la cantidad de fieles que todavía representan. Una gran cantidad de estas personas bautizadas, son utilizadas como parte del argumento en contra de conquistas sociales como el matrimonio entre personas del mismo sexo o  el divorcio. No olvido el delicadísimo tema de la despenalización del aborto, pero creo que merece una reflexión aparte, ya que sus consecuencias involucran la vida de dos personas -una de las cuales no tiene derecho a voto- y los “beneficios” no saltan a la vista tan directamente como en los dos casos anteriores. Sin embargo, cada vez hacen menos eco sus pobres esbozos de argumentación.
Deseo no equivocarme al afirmar que estamos presenciando la caída de un imperio que ejerció su tiranía durante siglos. Las estadísticas así parecen pronosticarlo. Esperemos que el último manotazo de ahogado de su hundimiento final, en su afán de inmortalidad, no logre arrastrar consigo ninguno de los pocos avances conseguidos por la humanidad, ni cause más daño que el que ha causado.
Sin embargo, estaría en un grave error al tomar con un optimismo desmedido esta caída. Los vacíos que va dejando La Iglesia están siendo ocupados por estereotipos de ideologías similares, donde el objetivo final sigue siendo la manipulación. Parece ser que “el razonamiento” es como ese tipo de personas generosas que dejan pasar a los demás en la fila. Quiénes no parecen ser tan pacientes y de a poco se han introducido llenando las vacantes, teniendo hoy el  mayor número de acciones anti-reflexivas y tomando la posta que va dejando La Iglesia, son los Medios de Comunicación.
Esta nueva doctrina comenzó tímidamente su carrera, pero tras la revolución comunicacional tomó valor, y hoy adquirió el papel que ha ocupado La Iglesia durante siglos. El Dios Televisión educa y entretiene con cuestiones inexistentes, manteniendo todavía a las personas alejadas de la realidad y del pensamiento, de la reflexión. Evitar los descarríos en la manada. Los posibles rebeldes son arrastrados por la torrentosa masa. Es más fácil controlar un camino que miles diferentes, la masificación es la solución, la televisión el nuevo instrumentoComo ha dicho George Orwell en su perdurable novela 1984, “La ignorancia es la fuerza”. Para evitar este ciclo aparentemente interminable que viene dándose para la sumisión poblacional, donde lo único que cambian son las instituciones que lo llevan a cabo, será necesario que la educación tome su lugar y las habitaciones desocupadas sean habitadas por nuevos inquilinos.
El verdadero sentimiento humano tendrá que desplazar este nuevo reino de los cielos al que puede alcanzarse en la tierra mediante la vulgaridad y el consumismo. Entender que todos venimos y vamos hacia el mismo lugar, y si existe una forma de perdurar, me arriesgo a afirmar que no se consigue llevando una vida vacía y absurda tal como el modelo lo expone actualmente. Tampoco es rentable para la perpetuidad llevar una vida únicamente de creencias sobrenaturales. La desaparición de la muerte para perdurar es algo inadmisible, ya que estaríamos desarmando el motor de la vida. Cada instante de este devenir en el mundo es extremadamente valioso gracias a la presencia de la muerte. Tengamos lástima de los inmortales que siempre han idealizado, porque sus vidas no valen nada. Como han demostrado Einstein, Rosa Luxemburgo, Sartre, Bayer, el Che y muchísimos otros, si existe una forma de inmortalizarse, será dejando la energía del paso de nuestras vidas como ejemplo para las generaciones venideras.

domingo, 22 de mayo de 2011

Un punto de vista

Les traemos hoy esta entrevista al Filosofo y escritor José Pablo Feinmann. En ella da su visión sobre la situación política después del fallecimiento de Nestor Kirchner, analizando al gobierno, a la oposición y a los medios de cara a las elecciones de este año. Todo esto, sin dejar de lado el sentido del humor. Ya que estamos les recomendamos fuertemente libros de este autor como Filosofía y el Barro de la Historia; Peronismo, filosofía política de una persistencia argentina; Timote, secuestro y muerte del General Aramburu, entre otros títulos. Bueno sin más, la entrevista:

Entrevista a José Pablo Feinmann - Daniel Enzetti.


Se apasiona cuando dice que la demostración popular generada por la muerte de Kirchner “fue el golpe político más espectacular del matrimonio”.

El movimiento, para él, tendría que llamarse “neokeynesianismo nacional y popular”.

Pasaron casi dos meses desde la muerte de Néstor Kirchner. ¿Cuál es tu opinión sobre el escenario político actual?

–En principio me gustaría decir que siento dolor. Me da mucha bronca que alguien se muera a los 60 años. Está bien, hay gente que se muere antes, porque este mundo y la vida misma es muy injusta.

Si vos pensás que (Amadeus) Mozart se murió a los 36, (George) Gershwin a los 38, y al mismo tiempo (Jorge) Videla está por los 80 y pico, te horrorizás. Y este tipo brillante, que lo tenía todo para ser un gran político, y lo era, ¡que se muera a los 60!

Kirchner era un tipo lleno de vida, jodón, un chico grande que no sabía qué hacer con ese cuerpazo, le gustaba el rock y era divertido, sabía un vagón de política y era una fiera para la pelea, para la pelea más sucia.

–Su último papel.

–Claro, porque de eso tenemos que hablar, de quién va a remplazarlo en ese lugar. Porque Néstor iba a las piñas, digamos, y pegaba muy bien.

Mirá, al principio del gobierno de Kirchner me llevé algunas sorpresas con varios muchachos, que incluso habían leído mis libros. Una vez se me acerca (Héctor) “El Chango” Icazuriaga, y me invita a que lo visitara a su oficina en la SIDE.

Cuando le reconocí que no podía creer esa invitación, me contestó “tranquilo José, con nosotros las cosas cambiaron, ahora entrás a este edificio y al rato salís sano y salvo” (se ríe).

¿Sabés lo que me dijo el Chango? “No te creas lo que se habla por ahí, Néstor va por Duhalde.” En ese momento pensé: “La puta madre, este tipo es distinto”, porque prácticamente todos eran del aparato duhaldista.

–Y los medios insistían con lo de Chirolita.

–Sí, ¡mirá qué Chirolita de Duhalde resultó ser con el tiempo! (se ríe). Pero volviendo a su muerte, y al mapa político que veo, la pérdida para el país es terrible.

La gran sorpresa, que ya estaba un poco preanunciada por los festejos del Bicentenario, fue lo espontáneo del apoyo de la gente cuando se supo la noticia, algo que tapó la prensa opositora.

Fue hasta divertido, porque los reporteros de los canales iban a las agrupaciones kirchneristas y preguntaban si habían venido por el choripán, mientras que a los garcas que concentraron en la Plaza San Martín, los noteros los entrevistaban por los “motivos” de su presencia ahí.

Y acá se reveló otra cosa, que fue la actitud de Cristina, poderosa y sensible a la vez, completa. Ella dijo algo muy inteligente: no hay que confundir dolor con debilidad. “Si tengo que gobernar sin presupuesto, gobernaré sin presupuesto.”

El panorama lo veo muy bien porque la presidenta está fuerte y segura. A Cristina no le van a torcer el brazo estos idiotas.

–¿Qué recordás de Kirchner cuando lo conociste?

–Lo conocí bastante y compartí muchas cosas con él entre 2003 y 2006. Hablábamos sobre el proyecto de partido de centro izquierda, de la trasversalidad.

Yo le rompía mucho las pelotas con la militancia territorial, con la necesidad de formar cuadros, y le decía que nadie se sostiene sin eso, y que la política no es mediática, o mejor dicho, que eso no es lo único. El se resistía bastante.

Claro, era una personalidad tan segura de sí que no pensaba mucho en esto de los cuadros, pero a la vez se asumía como un político moderno, y veía en lo mediático la nueva manera de hacer política.

Para mí, esta movilización que hubo fue el golpe político más espectacular de la pareja Kirchner y de este proyecto, tan espectacular que a ese proyecto habría que darle un nuevo nombre, para que deje de llamarse K. “Neokeynesianismo nacional y popular” me parecería fantástico.

Esos días en la Plaza de Mayo se vieron cosas increíbles, pero que ya se vislumbraban antes. Últimamente estuve dando muchas conferencias en el interior del país, y por ejemplo de las 1000 personas que me escucharon en el Chaco, la gran mayoría eran pibes jóvenes; era impresionante.

–Te iba a preguntar, justamente, tu opinión sobre la juventud y una especie de “vuelta a la militancia” que se ve en muchos lugares.

–Por eso digo que con la muerte de Néstor la juventud explotó, pero en realidad ya había arrancado antes. Lo veo con mis hijas: la mayor trabaja en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, que dirige Eduardo Jozami, y la menor me vive preguntando dónde militar, porque tiene muchas ganas de hacer cosas. Me parece que los jóvenes recibieron el “calor” que les daban Néstor y Cristina, esa suerte de conjunción donde ella era lo racional, con una inteligencia superlativa, y él lo visceral, lo peleador.

Los jóvenes fueron algo impresionante, porque entre otras cosas, y volviendo a los Kirchner, reconocieron la fuerza de un tipo joven que había muerto, y la ternura de alguien a la que justamente se le reprochaba no demostrar sus sentimientos, reconociéndole que “sólo” era inteligente. Bueno, esos días Cristina los mató a todos, porque más sensible, imposible. Lloró, acariciaba el cajón, le decía “cabezadura”. Impactó.

Pero además, no olvidemos en este contexto de las ganas de la juventud lo que significa el mapa latinoamericano. Hace un montón de tiempo que América Latina no presenta una serie de gobiernos populares como estos, porque no hay mucho más que se pueda hacer.

Cuando recibo los folletos de los llamados partidos de izquierda, ruidosos pero compuestos por muy poca gente, me doy cuenta que no entienden nada de política.

Son maximalistas, piden siempre reforma agraria, toma del poder, expropiación de la fortuna.

El Plan de Operaciones de Mariano Moreno, más o menos. Es lo mismo que Moreno, que en esa época no tenía nada, a nadie más que a (Juan José) Castelli.

Pero no vamos a discutir eso ahora, saco el tema porque yo creo que Moreno hizo un plan y no se preguntó nunca con qué poder político imponerlo, lo mismo que los partidos de izquierda.

–Tampoco pudo. ¿Y lo del veneno en el barco?

–¿Qué veneno? No creo que haya sido veneno, eso es un invento de (Felipe) Pigna.

No… ¿quién querría matar a Moreno? (Cornelio) Saavedra era un tarado. ¿Los ingleses lo iban a matar? ¡Si Moreno les iba a dar la isla Martín Garcia! Dejá, estoy podrido de discutir de esas cosas.

Además, no discuto, y menos con los pibes de los partidos de izquierda. Para ellos todo es reaccionario, nada alcanza, siempre falta algo, y eso no es hacer política. Si supieran lo que es llegar al poder y tener que ver lo que aparece, las cosas que hay que hacer para poder gobernar, incluso en lo que hay que convertirse para poder gobernar.

En este país la izquierda nunca entendió que la realidad ofrece resistencias, y que se pueden hacer ciertas cosas y otras no.

Más o menos eso están entendiendo los gobiernos populitas y populares de América Latina.

El de (Rafael) Correa es interesante por lo que pasó, por el coraje que tuvo el tipo.

Lo de Evo (Morales), bueno, ¿quién no lo puede querer a Evo? Además, no olvidemos que Bolivia es un país que mata a todos sus presidentes progresistas, lo arregla así, simplemente.

(José) Mujica también despierta esperanzas. Te cuento una anécdota de Mujica: estábamos en una cena hablando de varias cosas, con Hernán Patiño Meyer. En un momento, Mujica se me acerca al oído y me dice: “¿Sabés qué pasa José?, antes queríamos cambiar el mundo; ahora, si asfaltamos algunas calles estamos conformes” (se ríe).

–Claro, ya no estaban más los tupamaros.

–Bueno, ¡pero ese es un tipo que se da cuenta de la coyuntura y de cómo viene la mano, viejo!

Tenemos un imperio arriba que está distraído, pero puede volver, y volver de mal humor. La mina esta que ganó el Oscar por la película de Irak, Kathryn Bigelow, si filma en la Triple Frontera es porque los yanquis algo están pensando…

–Volviendo a los partidos de izquierda y al llamado progresismo, como por ejemplo “Pino” Solanas. ¿Qué opinás del desconocimiento de los avances que pudo hacer el país desde 2001?

–En realidad preferiría no hablar de Pino, porque me iría de boca. Tengo mucha bronca con él, mucha bronca. Pino no para de subirse a estatuas. Desde La hora de los Hornos estaba bien, pero ya cuando después hace una película con todas las respuestas del viejo, va al exilio…

Se puede hacer una política independiente apoyando a un gobierno que es sin duda lo mejor que podemos tener. Y si es lo mejor que podemos tener, y las elecciones están a seis meses, hay que dejarse de joder y apoyar este proyecto. Lo que pasa es que Pino quiere estar a la cabeza de algo importante, y eso “importante” es Proyecto Sur, eso es Pino en su personalidad, yo lo conozco bien.

Además le debo muchos insultos, porque cuando se estrenó Eva Perón, con un guión que era totalmente mío, empezó a putear contra la película diciendo que agredía al general Perón, que parece propiedad suya. Otra cosa, recuerdo aquel proyecto del Imaginario Latinoamericano que quiso hacer en el ’89.

–Cuando tuvo aquella famosa pelea con Julio Bárbaro, el secretario de Cultura de Menem.
–Sí. Julio me llamó muy dolorido. “Pino anda diciendo que soy un corrupto”, me contaba. Bueno, al final se pelearon y vino “El Turco” y les dijo “no muchachos, esto es para mí” (ndr.: el lugar elegido para el proyecto era Galerías Pacífico, donde finalmente Carlos Menem instaló un shopping beneficiando a su empresario amigo Mario Falak).

–Hablemos de toda la oposición, porque también están la UCR, el PRO, la Coalición Cívica de Elisa Carrió. ¿Los ves desesperados por ocupar un nicho, nerviosos porque se dan cuenta que quedaron descolocados políticamente?

–El tema es que nacieron descolocados. Porque escuchame, “Ricardito” Alfonsín es un personaje patético, lo único que tiene es ser hijo de Raúl, y encima le dijeron “el bigote no te lo saques”. Para mí, ser hijo de alguien no es ningún rédito, y eso tiene la UCR; es decir, no tiene nada. Con respecto a esta mujer que yo no nombro, la señora con sobrepeso y de relación directa con Dios, no tiene idea de lo que es la política, ni de lo que significan las declaraciones públicas, ni de lo que es manejarse dentro de la sociedad civil.

Te pongo un ejemplo definitivo: una persona que dice que Kirchner es Hitler sin los campos de concentración, y la cabeza no le da para darse cuenta que Hitler sin los campos de concentración no es Hitler, directamente no sabe pensar, querido…

–Vayamos a cuestiones semánticas: ¿hay una “derecha” hoy en la Argentina? Y si es así, ¿cómo está representada, y en qué se diferencian los que nombramos recién de esa derecha?

–Sí, por supuesto que hay una derecha. Cuando yo hablaba con Néstor en los primeros tiempos, le decía que la derecha necesita uno solo, y no apareció. Me refiero a que no apareció ese tipo que pudiera plantarse frente a Néstor y Cristina. Fijate cuando surgió (Juan Carlos) Blumberg, y recordá la fragilidad de Néstor, que creo que lo llevan a Río Gallegos con un problema intestinal. Ahí está la verdadera derecha, porque esa movilización la hizo Radio 10. La verdadera derecha está en los medios de comunicación.

La revolución comunicacional son los medios, que atrapan tu subjetividad. Michel Foucault, cuando habla de sujetar al sujeto, no analiza los medios de comunicación, pero dice que el poder tiene la función de sujetar al sujeto, es decir hacer del sujeto un vasallo del poder a través del manejo de la información. Yo a eso lo llamo “el sujeto otro”, el sujeto que es otro de sí mismo, porque no es el auténtico sujeto, es el sujeto constituido desde afuera por los medios.

Por eso la lucha contra Clarín tiene un gran sentido, un sentido te diría ontológico, para que no exista un medio tan enorme que pueda hacer que toda la población piense lo que ese medio quiere que piense. Porque la función de los medios es lograr que la verdad sea la que ese medio marca. Es una lucha por la verdad, y el que impone la verdad tiene el poder.

–Convertir aquello subjetivo en algo “objetivo”.

–Claro, por eso decía lo de la verdad del poder, lo que ellos tratan de imponer a través de los grandes diarios y hasta de los noteritos que mandan por ahí, bien adoctrinados con la idea del ALCA, de reducir el Estado, de dejar totalmente libre al mercado, de usar los salarios como reguladores de la economía, de no distribuir la riqueza.

Bueno, ese es el plan de la derecha: rechazar los populismos latinoamericanos, abrirse a relaciones por ejemplo con Chile y alejar el “fantasma” de (Hugo) Chávez, o las “relaciones carnales” con los Estados Unidos, como muy bien dijo Menem.

Con respecto a la pregunta de en qué se diferencia esa oposición de la derecha, te diría que en nada. Directamente “son” la derecha. ¿Cuántas veces la señora con sobrepeso estuvo de acuerdo con La Nación, y Pino con Clarín? ¿Dónde fueron cuando se hizo la concentración de la 125? Pino estuvo con la Sociedad Rural. Un tipo de izquierda nunca puede estar con la Sociedad Rural.

–Recuerdo una respuesta que Jorge Lanata le dio a Ernesto Tenenbaum, cuando le aclaró que él siempre estuvo a favor de los más débiles, y como en la puja Gobierno-Clarín el grupo era el débil, apoyaba a Clarín sin dudar.

–Mi respuesta es que Lanata está loco. Miente. Es muy sencillo, se miente. ¿Cómo va a considerar a Clarín algo débil? Me da pena que haya salido al escenario del Maipo con un plumero. Pero es muy piola, en vez de salir con plumas, como las vedettes, salió con un plumero. Qué piolada se mandó; ese muchacho cruzó la vereda del peor modo en la historia. Y en cuanto a Página/12, lo fundó, pero lo dirigió nada más que dos años… y al lado lo tenía a Ernesto Tiffenberg, así que ojo con atribuirle todo a ese tipo.

–¿Le tenés miedo a la palabra populismo, un término que muchos tienden a demonizar?

–No, para nada. Lo que pasa es que para la derecha es sinónimo de manipulación de masas, de agresión a las instituciones, de desprecio al parlamentarismo, de masas vacías.

Ojo, porque también hay un toquecito de izquierda, que consiste en decir que el populismo tapa la lucha de clases. Y que no distingue dentro del concepto de pueblo los conflictos internos, los conflictos sociales, lo cual es falso.

Comprendo que ellos sacan el tema del populismo para no nombrar tanto al peronismo. En el fondo son gorilas, porque como dice Horacio González, ser gorila es pensar a partir de un prejuicio. Vos tenés un prejuicio, un prejuicio casi visceral: sos antiperonista, y si sos antiperonista no podés pensar la Historia argentina, te la perdés.

Fijate en mi libro: tiene todas las posiciones posibles, se enojaron todos, pero a su vez todos quedaron conformes.

Dijeron: “Bueno, qué abierto”. Porque como el peronismo es tan basto, yo no tomé ninguna postura.

Por ejemplo: el primer gobierno de Perón estuvo bien, pero de 1953 a 1955, una cagada atrás de otra.

Se fue sin pelear, no como Salvador Allende, que murió en su puesto.

Después, la resistencia peronista es gloriosa. En cuanto a los montoneros, bajo una dictadura como la de (Juan Carlos) Onganía es comprensible,

pero la violencia desde el ’73 no tiene sentido, porque ya está el gobierno democrático de (Héctor) Cámpora.

Y menos tiene sentido el asesinato de (José) Rucci, a partir de lo cual Montoneros se ilegaliza, y yo me voy con la JP Lealtad.

–¿Y Perón?

–A su vez Perón esta ilegalizado desde Ezeiza. Es un Perón siniestro, no tonto, pero siniestro, que viene a hacer la tarea sucia de los militares, incomprensible. El viejo le dijo a Jorge Antonio: “Yo llego, tomo un vaso de agua, un micrófono, pego dos gritos y todos los pibes se van a sus casas”. Era un megalómano infernal, ese sí que se creía Dios. Y en lugar de hacer política, de integrar, como lo había hecho siempre, no, le da el avance a (José) López Rega, admite la Triple A. Nadie puede decir que Perón no sabía lo de la Triple A. Yo esto te lo digo con mucha pena, con mucho dolor: ojalá se hubiera muerto en Madrid, es una tragedia que Perón haya vuelto.

–¿Por qué decís que últimamente resurgió el gorilismo? Convengamos que la palabra gorila estaba un poco olvidada.

–Por los Kirchner, porque acá hay una cosa importante que está en juego. Cuando Néstor dice “pertenezco a una generación diezmada”, ay mamita, ¿vos te imaginás todos los Grondonas, los Morales Solá? “Este es un montonero”, gritaron. Y vieron que efectivamente el gobierno se llenaba de setentistas, lo que para mí es formidable. Por eso le va tan bien, es un gobierno muy inteligente, y ahí está la explicación de por qué mataron a tantos compañeros. Fue una generación como hubo pocas.

Con el tema del gorila, hay algo que Eduardo Aliverti dijo perfecto: con Menem estábamos todos bien, estábamos todos de acuerdo, porque el monstruo estaba ahí. Pero resulta que acá viene un tipo que dice que es peronista, y que pertenece a los setenta, y entonces los medios empiezan a tirarle de todos lados.

Por ejemplo las radios, ¡y los taxistas! Porque te digo una cosa: en este país, los taxistas son un instrumento ideológico. ¿Qué es el tacho ideológico? El tipo que mientras maneja te habla, te habla, te habla de cualquier cosa. Los tacheros se meten en política, y de repente te sacan un tema. “Voy a Talcahuano y Corrientes”, le decís al tachero, y lo primero que te contesta es “Y… si llegamos, fíjese que están los piqueteros”. Y uno no tiene ganas de hablar de eso, te tenés que hacer el burro. Con tacheros tengo varias. Una vez me subí a un auto y el tipo me habló de “esa negra infame”, por Cristina. Otro día lo putearon a “ese tira bombas de Kunkel”. Mirá, yo creo que hay una central que los adoctrina, una especie de Escuela de las Américas de tacheros (se ríe). El tacherismo, además, estuvo adoctrinado durante muchos años por Radio 10. Pero no sólo los taxistas son el problema, no nos olvidemos que durante la dictadura, los autos tenían pegada la calcomanía de que éramos derechos y humanos. Hay que preguntarse un poco por las convicciones de nuestro pueblo.

–En la época de la comunicación y las distancias que se acortan, sin embargo le das importancia a la militancia territorial, al trabajo de base. ¿Por qué?

–Porque creo que los medios no están en manos nuestras; los medios están en manos de todo el poder mediático. Y porque no le tengo mucho aprecio a Internet, me parece que es como una cloaquita. Te cuento mi caso: hay un tipo que se hace llamar José Pablo Feinmann, tiene como 10 mil abonados, e incluso me manda cosas a mí. En la red por ahí creés una cosa, y andá a saber qué es. ¡Y los foros, escribe cada tipo, son impunes! Una vez un tarado hizo un foro porque yo escribí una nota cuando se murieron (Ingmar) Bergman y (Michelángelo) Antonioni, diciendo cosas horribles de ellos. Resulta que abrieron un foro, y algunos estaban a favor de la nota. Lo increíble es que los que estaban en contra no argumentaban absolutamente nada, lo único que hacían era putear. Eso te demuestra el nivel de intolerancia y desconocimiento.

–¿Quién es para vos la “buena gente”, como dijiste en el programa TVR?

–La gente buena es la gente que respeta los Derechos Humanos, la que quiere reducir la pobreza, los que escriben buenos libros, los profesores, los buenos periodistas, los que no se dejan comprar.

–¿Que opinás del cachetazo de Graciela Camaño a Carlos Kunkel?

–Eso es impotencia, un verdadero acto de impotencia. Cuando vos no tolerás lo que está diciendo el otro, y no se lo podés refutar hablando, reaccionás de esa manera. Una piña nunca es un acto de justicia, es un acto de desesperación. Un acto violento por el cual vos tratás de intimidar al otro para que no hable más. “Le cierro la boca de una trompada”. No, lo que tenés que hacer es cerrarle la boca con argumentos. El Congreso es un recinto de la democracia, pero si vos vas y le das una piña a otro, ese lugar se convierte en el basural del barrio. No sé, esa mujer debe hacer artes marciales, porque mirá que hay que darle una piña a Kunkel (se ríe).

–¿Qué realidad imaginás en lo inmediato, teniendo en cuenta 2011 como año electoral y de reacomodamiento de piezas después de lo que pasó con Kirchner?

–Veo y deseo la reelección de Cristina, y la formación de un gabinete donde no falte Juan Manuel Abal Medina hijo, y al que Martín (Sabbatella) esté invitado, porque realmente es un tipo que demostró mucha inteligencia . Como decíamos antes: un tipo que conserva su identidad y a la vez no va a joder el proyecto.

Quiero que siga ese proyecto, nacional, popular, autónomo, de soberanía, de intervención del Estado para que no haya injusticia social.

Un proyecto donde el Estado no sea devorado por los poderosos, donde entregue créditos para que los pequeños puedan crecer, donde se impulse el desmantelamiento de todos los monopolios, donde se implemente la Ley de Medios, donde sigan desarrollándose los Derechos Humanos, y los juicios a los responsables de la dictadura. Te digo algo: la gente está enamorada de Cristina, por su entereza y por la manera en que siguió adelante.

viernes, 13 de mayo de 2011

Poesía eres tú

           Hoy este humilde espacio vira hacia expresiones más sensibles. Pareciera que se encuentran dormidas, pero, de una forma u otra, suelen despertar de vez en cuando. A pesar de que el mundo parezca despojarse de su inherente romanticismo, este continúa naciendo de nuestro interior, muchas veces en formas que no entendemos racionalmente. Tal vez esa sea la clave de esta sensación, estas cuestiones no se asimilan con el cerebro, sino con el corazón.
           En la genial película de Woody Allen, Manhattan, se trata una manera increíble este tema. “Nada que valga la pena puede ser entendido con la mente. Todo lo que es verdaderamente valioso tiene que entrar por una abertura distinta (...)Yo creo que tú confías demasiado en tu cerebro. Y en mi opinión, el cerebro es el más sobrevalorado de todos los órganos.”
            Como herramientas para ayudar a despertar estas bellas conductas, esta conexión a tierra que explica todo en formas que el lenguaje no podría hacerlo, de vez en cuando escribiremos algo sobre El Arte, esa bella ventana que mira hacia el alma, o simplemente presentaremos cosas que hayan realizado grandes maestros. Hoy es el turno de la poesía, pronto podrá ser el del cine, la pintura, o la música.
Dejaremos algunos poemas, clásicos y no tan clásicos, y una invitación a aquel que quiera compartir algún texto de interés en esta humilde cruzada contra la costumbre y la indiferencia.

Poema XX
(Pablo Neruda)

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Extraída del libro “20 poemas de amor y una canción desesperada” - 1924
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El derecho de soñar
(Eduardo Galeano)
Vaya uno a saber cómo será el mundo más allá del año 2000. Tenemos una única certeza: si todavía estamos ahí, para entonces ya seremos gente del siglo pasado y, peor todavía, seremos gente del pasado milenio.

Sin embargo, aunque no podemos adivinar el mundo que será, bien podemos imaginar el que queremos que sea. El derecho de soñar no figura entre los treinta derechos humanos que las Naciones Unidas proclamaron a fines de 1948. Pero si no fuera por él, y por las aguas que da de beber, los demás derechos se morirían de sed.

Deliremos, pues, por un ratito. El mundo, que está patas arriba, se pondrá sobre sus pies:

En las calles, los automóviles serán pisados por los perros.

El aire estará limpio de los venenos de las máquinas, y no tendrá más contaminación que la que emana de los miedos humanos y de las humanas pasiones.

La gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el super-mercado, ni será mirada por el televisor.

El televisor dejará de ser
el miembro más importante de la familia,
y será tratado como la plancha o el lavarropas.

La gente trabajará para vivir,
en lugar de vivir para trabajar.

En ningún país irán presos
los muchachos que se nieguen
a hacer el servicio militar,
sino los que quieran hacerlo.

Los economistas no llamarán
nivel de vida al nivel de consumo,
ni llamarán calidad de vida
a la cantidad de cosas.

Los cocineros no creerán
que a las langostas les encanta
que las hiervan vivas.

Los historiadores no creerán
que a los países les encanta
ser invadidos.

Los políticos no creerán que
a los pobres les encanta
comer promesas.

El mundo ya no estará en
guerra contra los pobres,
sino contra la pobreza, y la
industria militar no tendrá más
remedio que declararse
en quiebra por siempre jamás.

Nadie morirá de hambre, porque nadie
morirá de indigestión.

Los niños de la calle no serán
tratados como si fueran basura,
porque no habrá niños de la calle.

Los niños ricos no serán tratados
como si fueran dinero,
porque no habrá niños ricos.

La educación no será el privilegio
de quienes puedan pagarla.

La policía no será la maldición
de quienes no puedan comprarla.

La justicia y la libertad, hermanas
siamesas condenadas a vivir
separadas, volverán a juntarse, bien
pegaditas, espalda contra espalda.

Una mujer, negra, será
presidente de Brasil y otra mujer,
negra, será presidente de los
Estados Unidos de América.
Una mujer india gobernará
Guatemala y otra, Perú.

En Argentina, las locas
de Plaza de Mayo serán
un ejemplo de salud mental,
porque ellas se negaron a olvidar
en los tiempos de la amnesia
obligatoria.

La Santa Madre Iglesia corregirá
algunas erratas de las piedras
de Moisés. El sexto mandamiento
ordenará: "Festejarás el cuerpo".
El noveno, que desconfía
del deseo, lo declarará sagrado.

La Iglesia también dictará
un undécimo mandamiento,
que se le había olvidado al Señor:
"Amarás a la naturaleza,
de la que formas parte".

Todos los penitentes serán
celebrantes, y no habrá noche
que no sea vivida como si fuera
la última, ni día que no sea vivido
como si fuera el primero.

Extraída del libro “Patas arriba. La escuela del mundo al revés” - 1998
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Óleo de mujer con sombrero
(Silvio Rodríguez)

Una mujer se ha perdido
conocer el delirio y el polvo,
se ha perdido esta bella locura,
su breve cintura
debajo de mí.
Se ha perdido mi forma de amar,
se ha perdido mi huella en su mar.

Veo una luz que vacila
y promete dejarnos a oscuras.
Veo un perro ladrando a la luna
con otra figura
que recuerda a mí.
Veo más: veo que no me halló.
Veo más: veo que se perdió.

La cobardía es asunto
de los hombres, no de los amantes.
Los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias,
se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar.

Una mujer innombrable
huye como una gaviota
y yo rápido seco mis botas,
blasfemo una nota
y apago el reloj.
Que me tenga cuidado el amor,
que le puedo cantar su canción.

Una mujer con sombrero,
como un cuadro del viejo Chagall,
corrompiéndose al centro del miedo
y yo, que no soy bueno,
me puse a llorar.
Pero entonces lloraba por mí,
y ahora lloro por verla morir.

martes, 3 de mayo de 2011

Circo Imperial

            “El duro trabajo físico, el cuidado del hogar y los hijos, las mezquinas peleas entre vecinos, el cine, el fútbol, la cerveza y sobre todo, el juego, llenaban su horizonte mental. No era difícil mantenerlos a raya. Sólo se promovía un patriotismo primitivo al que se acudía cuando eran necesarias horas extras de trabajo o que se aceptaran raciones más pequeñas. Cuando existía algún descontento, por carecer de principios generales, lo canalizaban hacia protestas por minucias de la vida. Los grandes males ni los olían. Se enardecían por estupideces pero no se alarmaban ante los problemas serios.(1)” Así habla George Orwell en su novela 1984 de los proles, aquella romántica clase que era la única que contaba con la fuerza necesaria para acabar con la tiranía, pero que por estar sumidos en la ignorancia no tomaban consciencia de eso. La ignorancia es la fuerza. Sesenta y dos años después, esta pícara descripción novelesca sigue teniendo una vigencia extraordinaria en nuestra realidad.
Murió Osama Bin Laden. En realidad, mataron a Osama Bin Laden. En realidad, mataron a una persona, que supuestamente es Osama Bin Laden. En realidad, supuestamente mataron a una persona, que supuestamente es Osama Bin Laden. Bueno, no sigamos…
El premio Nobel de la Paz les dio el visto bueno a un comando de las SEAL, para ingresar al fuerte en que, hace unos meses, habían descubierto que se hallaba Bin Laden. El comando ingresó, mató a cinco personas, entre ellas el líder de Al Qaeda, perdió un helicóptero por “fallas mecánicas” y luego sepultó, según “tradiciones islámicas”, al cuerpo, arrojándolo al mar. Ninguno de los buenos muchachos de las SEAL salió herido. Si bien, por la euforia que desató el acontecimiento, desde la Casa Blanca aún no se han aclarado los hechos, pronto nos explicarán algunos detalles de la operación. ¿Cómo descubrieron que allí se hallaba este temible terrorista? ¿Cómo el prófugo más buscado del planeta se hallaba con tan pocas fuerzas a su alrededor? También podríamos preguntarle, ¿dónde se informan, los militares en general, las tradiciones de cada sitio para sepultar sus víctimas? Ya que en este apartado, los libros que consultan no son los adecuados. Los islámicos no suelen sepultar a sus cadáveres tirándolos al mar, sino que lo que hacen es enterrarlo en la tierra, mirando hacia la meca (Videla debe haber pensado lo poco original que fue utilizando métodos similares en nuestro país). Esperamos que pronto vayan aclarando estos pormenores, y que el hecho no pase a ser un nuevo “asesinato de Kennedy”.
El titular de la ONU declaró: “es un día para recordar a las víctimas del terrorismo aquí, en Estados Unidos, y en todas las partes del mundo”. Es un tanto tendenciosa la declaración del señor titular. Si algún supuesto día se asesina a los “cerebros pensantes” de la CIA (no lo aclaren, esto es un absurdo), ¿será un día para recordar a las víctimas del intervencionismo imperial en todas partes del mundo? Supongo que no alcanzaría con un único día…
Otra nimiedad que les preguntaría a quienes planificaron la operación. ¿Por qué no hubo ninguna imagen del cuerpo de Bin Laden? ¿Justo ahora les da un ataque de sutileza en las imágenes a mostrar en T.V.? Me resulta raro que en su cavernicolismo no hayan mostrado el trofeo de guerra ante la multitud. En fin, dejemos de buscar pelos al huevo en esta maniobra que hace aguas por donde se la mire…
        Nuestro libertador, Simón Bolivar, sentenció en 1829, hace casi dos siglos, una inconmensurable verdad. “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad”. Si nuestro respetable Simón no se ofende, me tomaré el atrevimiento de hacer una suerte de actualización, cambiando la América por el Mundo. La globalización se expandió, y, lamentablemente, continúa haciéndolo, velozmente, con todo lo que ello conlleva. La variedad cultural quedó aplastada por la nueva realidad, al servicio del poder estadounidense. Pero esta expansión hubiese encontrado trabas mayores si antes no se hubiese sembrado el planeta de terror y masacre.
            Es a principios del siglo veinte que Estados Unidos se lanza de cabeza a la piscina del imperialismo, mediante la “Doctrina del Gran Garrote” en relaciones extranjeras de Theodore Roosevelt. Cualquier acuerdo bilateral sería realizado amablemente, pero con un “garrote” en mano, que serviría de inspiración intimidatoria para la contraparte del acuerdo.
Con el tiempo, esta idiosincrasia se hizo costumbre y se profundizó. Al verse afectados sus intereses, Estados Unidos se reserva los derechos de intervenir en cualquier país. Pero qué mejor para esto que la manipulación de la realidad a través del Ministerio de la Verdad (para seguir con Orwell). Es indispensable la creación de una Maldad Absoluta, y por supuesto, la creación de un enemigo que la representara. Lo fue “El Imperio del Mal” de Reagan, y sus séquitos comunistas(2). Luego de la caída del muro y el fin del bloque soviético, vinieron los terroristas de George Bush y su combate infinito contra el terrorismo. Ahora la posta la tomó Obama. Sin embargo, saquémosle un poco de responsabilidad, por algo es premio Nobel de la Paz. Es sólo la cara visible del imperio, detrás de este otrora simpático morochito se encuentran instituciones que están antes y estarán después que él. Es más fácil cambiar la cortina que limpiar lo que hay detrás.
Así es la política de estado del Sheriff global. El dominio de la opinión pública, con una ayudita del papel del miedo en la población, exacerbado convenientemente. Los vuelos secretos de la CIA, con la participación de gobiernos europeos, que secuestran personas para trasladarlas ilegalmente a lugares donde la tortura sea legal, como la base de Guantánamo, bases en Pakistán, Afganistán, entre otros lugares(3). La perversión y el cinismo en su máxima expresión. La complicidad de Hollywood y sus “americanos”, con la exacerbación del nacionalismo hasta límites intolerables. Los petroleros. El armamentismo despiadado.
¿De qué clase de problemas psicológicos se ven dotados quienes cometen estos actos? ¿Cuál es la necesidad del sujeto capitalista de sentir el vértigo del poder? ¿Qué existe en las circunvoluciones cerebrales de estos tipos?
El revólver de empuñadura estrellada y caño rojo y blanco está apuntando con furia, hace tiempo, hacia medio oriente. Como es costumbre, no les interesaron las personas masacradas (sólo son piezas en el tablero), ni los siglos de rastros de historia humana que se perderían.
Osama fue su excusa durante un tiempo, pero la televisión dijo que había muerto, ergo, Osama murió. No existe más. Ahora deberán poner otro títere como encarnación del mal. Tal vez algún vengador de Bin Laden que asuma el liderazgo de Al Qaeda. No existirá ningún problema para hacer eso. La expresión del capitalismo en el siglo XXI es el imperio bélico-comunicacional. Este sujeto gigantesco coloniza las conciencias, rellena el cuaderno vacío en los cerebros de la población. Con su trabajo se logra, por ejemplo, que una multitud se autoconvoque instantáneamente a vitorear la muerte de un asesino. Un asesino que era socio de sus verdugos, que les compraba armas a éstos. Pero esta parte ya no es cuestionada por esa multitud. Ellos van a festejar el asesinato, van a festejar que el mundo ahora es un lugar mejor para vivir. Obama los habrá visto, y luego se habrá ido a su despacho, habrá descorchado un buen Champagne con sus allegados, festejando un triunfo seguro en una posible reelección, o un apoyo de las masas para alguna nueva invasión, o ese tipo de actividades que se les ocurre a estas personitas que ya se han destilado de toda esencia humana. ¿Cuál es la forma de luchar ante fuerzas de esta magnitud?
De algo no hay dudas, este hecho fue, como diría Hegel, una ruptura en la historia, con su posterior totalización. Un avance por la negatividad, el alma del proceso histórico. Un nuevo golpe de un Imperio del que muchos afirman que está en crisis, pero que se las arregla para seguir haciendo del mundo lo que se le antoja. La civilización, como diría Osvaldo Bayer, occidental y cristiana estadounidense continúa su tarea civilizadora y de policía mundial. Siempre fue así. Desde la Conquista de América hasta nuestros días, los portavoces de la civilización andan barriendo la barbarie por todos lados. Para cerrar, y dejando para que cada uno saque sus conclusiones, me resulta muy gráfico este análisis de José Pablo Feinmann de los western y su principal ícono, John Wayne, en la película Más Corazón que odio, de 1956. En sus palabras: “Ford (el director) nos muestra entrar a Wayne en la tienda del cacique y salir con el cuero cabelludo de este, con cara extraviada, transformado en un bárbaro, exactamente en lo que él pretende combatir(4)”.
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1- 1984 es una novela distópica escrita por George Orwell, publicada en 1949, donde describe una sociedad fuertemente totalitaria y sus prácticas. Si bien esta sociedad descripta representa fuertemente a la Unión Soviética Stalinista y al Régimen Nazi, muchísimas de sus prácticas, casi todas, siguen siendo análogas a las que se aplican actualmente.

2- “El imperio del mal” fue una expresión utilizada por el Presidente de Estados Unidos, entre 1981 y 1989, Ronald Reagan. La utilizó para referirse a la Unión Soviética.

3- Contratapa de Le Monde Diplimatique, Marzo 2007. Los vuelos secretos de la CIA por Ignacio Ramonet. Respecto a este tema, se ha difundido información de que el mensajero a través del cual localizaron a Bin Laden fue conocido gracias a las confesiones de algunos presos sometidos a torturas de la base Guantánamo. ¡Perdón! Estados Unidos no tortura, consigue información…

4- La Filosofía y el Barro de la Historia, por José Pablo Feinmann. Clase 13, “Marx, El Capital”. John Wayne mentía.