martes, 5 de julio de 2011

La decadencia cultural

Antes que nada debo aclarar una cuestión para que no se malinterprete: este texto va dirigido con exclusivo ensañamiento hacia las clases medias, ya que a diferencia de las clases más humildes, estas tuvieron la oportunidad de despegar intelectualmente, de no quedarse en la mediocridad, pero no lo supieron aprovechar.

La intención con la que comenzamos este espacio fue, como bien ya dijimos, instaurar una discusión sobre temas esenciales. Proponer un espacio de debate, comenzando por nuestra facultad, pero extendible a cualquier otro sitio. Dar una visión de la vida ajena a la mediocridad que nos ofrece día a día el mercado y, de a poco, intentar dar a conocer autores, textos, ideas que tal vez no estaban en las góndolas que tenemos al alcance inmediato. Hay algo en lo que no quedan dudas, en lo que va desde la creación de este espacio, fracasamos totalmente en nuestro objetivo. Quienes se han sumado a las tenues discusiones que hubo ya tenían una posición formada y no se encontraban en la burbuja de la pavada, festejamos este hecho, pero, al menos personalmente, siento cierta frustración por no haber metido cierto ruido en todos aquellos a los que no les interesa para nada ningún tema, a nuestra consideración trascendental.

Es un vacío ante el que nos encontramos en todos los rubros. Por ejemplo, uno intenta hablar de música y dentro de las cartas a escoger sólo hay mediocres, negociadores, mujeres en las que dios se concentró tanto en hacerles un cuerpo fenomenal que se olvido de ponerle cuerdas vocales. Aquí no sería para nada extraño que alguien exprese su trabajada fórmula: “Sobre gustos no hay nada escrito”.  Dudo que no haya nada escrito, pero más allá de eso, existen cosas de calidad y cosas malas. Tal vez una forma fácil de darse cuenta de esto es en la trascendencia a través del tiempo. Bethoveen, Mozart, Miles Davis, Coleman Hawkins, John Lennon, Silvio Rodríguez, por nombrar sólo una ínfima parte, o bien nunca estuvieron de moda, o lo estuvieron durante un tiempo, pero siempre persisten, y persistirán. Las canciones ultra de moda, que si no las conoces estas out, que pasan día a día en la radio no creo que persistan por más de 3 meses. El mercado se renueva, la gente debe mantener su neurona concentrada en la nueva canción. Lo mismo sucede si hablas de cine: lo más visto es Avatar, Harry Potter, y miles de porquerías más. Películas taquilleras que cosechan altas sumas, que invierten millones y millones en publicidad y efectos especiales, pero que son una rotunda porquería. La mayoría no tiene la mínima idea de quien es Tarantino, Woody Allen, nadie vio un Cinema Paradiso, Lo que el viento se llevó. Lo mismo vuelve a suceder si hablamos de libros: lo más leído es… ¡Ah! Aquí no hay nada. A lo sumo algún aventurero que se leyó una parte del Señor de los Anillos, pero después llego a la conclusión de que ver la película le iba a ahorrar tiempo.

Pero lo preocupante no es que no conozcan de la existencia de grandes artistas, de grandes libros, de grandes músicos. Todos somos ignorantes en la mayoría de las cosas. Lo preocupante es que no muestren el mínimo interés por absolutamente nada que este fuera de la agenda cultural marcada por la televisión, los programas radio-idiotas.

Probablemente pensamos que iba a ser más fácil hablar sobre ciertas cosas, al menos en nuestro círculo de conocidos, ya que creí que por lo menos por compromiso nos iban a leer. Pero no, no hay caso. Probablemente si realizáramos un blog pseudo-pornográfico tendríamos cientos de visitas al día. Tal es la decadencia en que se encuentra nuestro nivel cultural. Me pregunto si esto es inherente al ser humano o es un plan impuesto con notable eficacia.

9 comentarios:

  1. Esta bueno el texto muchachos, dice algunas cosas que muchos no se atreven a decir. Me parece que el texto no se percata de algo importante: de gustos no hay nada escrito...
    me parece que llamar a la gente como personas de una sola neurona es una postura un poco... , no se con qué palabra definirla, pero me parece que no es asi.
    Por ejmplo a mi no me gusta Silvio Rodriguez pero me lei todos los libros de Harry Potter y aun asi no tengo una neurona y no me considero mediocre.El grave error que tiene este texto es considerar el gusto del autor sobre el gusto de las masas, antes de criticar eso me parece que hay que pensar porque las masas eligen eso y a que se debe...( y no pensar que son mediocres o que tiene una sola neurona).
    Saludos!
    Como siempre me pasé.salu

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  2. Coincido con el texto. Lo unico que no entiendo es el ensañamiento con la clase media. Si bien ésta tiene mayor acceso a la informacion, no creo que tenga muchas mas posibilidades de despegar intelectualmente. De hecho, nadie que esté metido en este sistema la tiene muy facil para despertarse de toda la basura proveniente mayoritariamente de la tele, a no ser que no sea por iniciativa propia. Es asi como funciona la cosa. Es el opio que mantiene sumisa, controlada y uniformes a las mentes. Es hasta muy sospechosamente pro status quo. O te parece casualidad tanta inversion en futbol para todos?

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  3. Muchachos, gracias por comentar y, sobre todo, por marcar puntos con los que no concuerdan. El texto no es un intento de ensayo como son los otros en general, es más bien una catarsis para volcar alguna calentura. Por eso hace aguas por donde se lo mire. Tal vez no fue lo más sensato publicarlo, pero ya está hecho, y de última algunos puntos los continúo sosteniendo.

    La situación que desencadenó este desahogo de diván fue la falta de cultura general, o como quieran llamarle, que se ve frecuentemente, y fue una respuesta poco equilibrada a este hecho. Respecto a la consabida “sobre gustos…”, ya algo se dijo en el torrente de improperios que es este texto. No coincido en que es una “imposición del autor” sobre los gustos de otras personas. Sigo sosteniendo que hay cosas buenas y cosas malas. Te puede gustar Britney Spears, pero si alguien habla de Charlie Parker no podés hacer más que guardar un respetuoso silencio. Esa chica podrá ser muy linda, pero musicalmente es un martillazo al tímpano. Y no hay gustos que entren en juego aquí. Además, si fuera buena musicalmente no habría necesidad de que cante con 2 centímetros cuadrados de ropa. Mercedes Sosa es una excelente artista y nunca tuvo necesidad de quitarse la ropa para llamar la atención. El motivo de la catarsis puede haber sido un hartazgo de la imposición de tanta porquería (en este caso se hablo de literaria, musical y en cine, pero “tanta porquería” es extendible), y sobre todo, de la aceptación de tanta porquería por la gente.

    Quise que estén exentos de ésta “crítica” (por llamar de algún modo al texto) otros sectores, ya que iba principalmente a los que consumen las porquerías que da la moda internacional. Por ejemplo, a pesar de que no me guste casi nada la cumbia villera, la reconozco como un movimiento cultural que tuvo lugar en una situación particular que vivía el país y lo reflejaba en su arte. Pero no puedo hacer lo mismo con los pseudo-artistas que surgen por todos lados y cantan pavada tras pavada. Tal vez también representan una situación particular, la situación del espectáculo del consumo y la pavada.

    El arte es un tema más que complejo, y seguramente el texto este sea una porquería que lo único que logró fue desperdiciar un buen título para algún otro texto posible, aunque tal vez puede ser interesante verlo como catarsis. Si hay algo claro es que, si hablamos de arte, no hablaremos de ningún Justin Bieber, Jonas Brothers, Daddy Yankee ni nada por el estilo.

    Lo mismo respecto a la lectura, seguramente Harry Potter era el punto más saliente al que atacar. No está mal leerlo, son libros de entretenimiento, medios berretas y con un simplismo notorio. Pero, ¡de ahí a crear todo ese merchandising alrededor de esa porquería! Es frustrante que los pocos que se hayan inclinado por leer hayan ido a leer sólo Harry Potter y se queden únicamente con eso.

    Me quedo con algo que dijo Isaac, antes de criticar los gustos habría que ver por que los eligen. Sin duda sería un buen ejercicio ver a que se puede deber Interesante también el comentario de Joaquín, aunque podríamos discutir lo del futbol para todos.

    Son temas complejos y no hay que caer en simplismos como se hizo en el texto. Aunque sigo sosteniendo que escuchan, leen y miran porquerías jeje.

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  4. Dejo a continuación parte de un comentario que hice a Bili, quien defendía el modelo neoliberal, y en el cual, en mi respuesta me fui por las ramas y terminé hablando de todo un poco. Es una pequeña opinión, un poco sacada de contexto puesta así, sobre la reflexión que bien cuestiona Isaac.

    Respecto a este comentario, debo decir que cuando Bili puso su opinión en el texto Circo Imperial me agradó bastante y pensé que se podría desatar una polémica interesante, pero nuestra contestación nunca recibió su respuesta. Bili había tomado una postura indefendible, pero tenía argumentos. Deseaba entablar alguna discusión al respecto, pero no pasó. Los invito a que lean los comentarios de esa publicación y si les interesa continuar el debate que no se dio mejor aún.
    Bueno, sin más, el texto:

    La palabra socialismo ha devenido en una contraposición a la opción neoliberalista planteada durante años. No hay dudas que es muchísimo más que eso, pero no entraré en este tema para no extender demás este comentario que seguramente será extenso. Te referís a la “ya por desgracia clásica postura antinorteamericana”. Me pregunto: ¿Por qué por desgracia? Antes de preguntármelo, voy a hacer una aclaración. Yo, y creo no equivocarme al hablar en nombre de quienes mantenemos este sitio, no poseo una postura antinorteamericana, no es cuestión de nacionalidades. Sí poseo una postura antiimperialista (y más adelante explicaré por qué). Dada la coyuntura global, puede confundirse la posición antiimperialista con la antiestadounidense. No coincidir en las posturas y actitudes con Hillary Clinton, George Bush, la CIA, etc. no me hace no leer y admirar a Mark Twain, a Noam Chomsky, a Walt Whitman. Disfrutar de “Lo que el viento se llevó”, mirar y remirar todas las genialidades de Woody Allen. Una cosa es el Imperio y otra muy distinta las personas a las que les toco nacer ahí.

    Sin embargo, es un hecho que la sociedad estadounidense en general, el medio pelo, no disfruta este tipo de arte (Woody Allen comentó que sino fuera por el público de Europa, nunca hubiese podido filmar sus películas, ya que en la escena nacional era ignorado). La cultura estadounidense se encuentra en franca decadencia, y me aventuro a decir que esto se debe al proselitismo imperial. Disney inventa día a día Megaestrellas de la música. Ya no es necesario estudiar años de música, como han hecho todos los compositores clásicos, o tocar innumerables veces por noches en diversos sitios para hacerse conocidos, como han hecho The Beatles, por citar algún ejemplo. No, señor. Hoy Disney agarra a un muchachito medio pavo, les recicla un par de letras de canciones y lo lanza al estrellato degradando el arte. ¿Qué logran con esto? Mantener viva la imagen del Sueño Americano. Cada ciudadano, con determinación y actitud puede alcanzar sus objetivos. Sino los alcanza se debe a su holgazanería. Cada adolescente (que de por sí en esta etapa etaria son significativamente más volubles, sumando además la ignorancia en que conviene mantener las masas en general) que admira a estas estrellas fugaces ve reflejado en su pequeño ídolo pop un sueño y su concreción.

    Estas estrellas brillan tanto que encandilan todo lo podríamos ver de no tener nuestra atención en ellas. ¿Qué es eso que podríamos ver? Podríamos ver algunas personas que no han tomado Coca, ni han comido comida rápida, ni han vivido el American Lifestyle. Como dicho así no parece nada grave, voy a citar algunas estadísticas con sus fuentes que desmienten un poco la capacidad de desarrollo del capitalismo, que ya lleva cinco siglos de permanencia y en el campo social no ha logrado disminuir los problemas que aquejan la sociedad(…)

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  5. Admito que estaba esperando este debate. Estoy completamente de acuerdo con el hecho de que nuestra cultura está en decadencia. Si nos referimos a las artes creo que la realidad es brutal. Dos puntos importantes al respecto: primeramente, en mi visión el arte surge como un vehículo para la expresión de los sentimientos y las ideas. Segundo: el fin del arte es la comunicación.
    Asique en base a esto afirmo que este término le queda demasiado grande a la basura comercial que nos rodea por todos lados. Creo que los siguientes ejemplos pueden ser ilustrativos: Algunos todavía veneramos a esas canciones que querían comunicar algo, como “Another brick in the wall” que nos cantaba: “…We don't need no thought controll….”, o “baguala del desengaño” que se pregunta: “…Donde, decime donde lo encuentro al hombre, lo quiero hallar…”. Pero parece que este tipo de interrogación pasó completamente de moda y la música "buena onda" nos invita a preguntarnos “¿Qué tendrá el petiso cuando las provoca? “, un dilema mucho más profundo sin dudas.
    No pretendo hacer de esto una cuestión de géneros musicales, ya que sería estúpido de mi parte. Música basura y música propiamente dicha existen en todos los géneros.
    Ni mencionemos la literatura o la televisión, donde las sensaciones son el programa de Tinelli o los textos de rimas de Belén Francese, donde la cultura de la mujer como objeto sexual establece records de audiencia y lectores. ¿De verdad no tenemos nada más importante que escuchar/ver/leer que esta gente?. De modo que no creo que se pueda negar la decadencia cultural cuando muchos de nosotros están al tanto de la ruptura del noviazgo de Zaira Nara, pero ignoran completamente a Atahualpa Yupanqui o a Julio Cortázar.

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  6. Coincido con lo que se ha expuesto. La cuestión no es jerarquizar el arte, sino que esta sea un vehículo como dijo Ramiro. Con el segundo fin ya no estoy tan seguro. Si es así en el arte de protesta. Pero en otros casos simplemente se busca encontrar un equilibrio, una belleza, una interpretación del mundo. Aunque siempre se pretende despertar en el otro una emoción.
    Pero mientras sean las grandes corporaciones las que digan que es y que no arte, los adolescentes seguirán metiendo mierda en su cerebrito. No tienen la capacidad de decidir, comen lo que les den. Y esto va dirigido hacia todos, si alguno lee el texto seguro piensa que no se refiere a el, pero sí, seguro también se refiere a vos.
    Me queda una duda… ¿Alguno sabe que tenía el petiso?

    Consumo gusto
    http://www.youtube.com/watch?v=C6JD01Nl3GU

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  7. Aunque el texto inicial es fuerte, desmedido y no lo más acertado que hemos escrito, sí sostengo la idea de que los gustos son impuestos desde la masividad mediatica. También sostengo que muchisimos elementos culturales invalorables están dejados de lado y, tristemente, reemplazados por productos de escasisimo valor.
    Aca hay un fragmento de un programa televisivo que realizaba Jose Pablo Feinmann (sí volvemos a él continuamente) en canal 7 y habla sobre estos temas Todo culo tiene ideología
    Aunque la existencia misma de programas como ese muestran que la televisión no es más que un instrumento que puede ser utilizado para enriquecer, como en este caso, o para ideologizar con una lluvia de upites aunque JPF lo explica mejor en el video.

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  8. Me gustó el texto, sin embargo hay un par de cosas que quisiera aportar. La ignorancia es una herramienta nefasta que en malas manos representa un gran porcentaje del electorado y un estabilizador social (en el sentido negativo de la palabra), sin embargo creo que peor es la indiferencia que casi siempre antecede a la ignorancia. La globalización entre tanta mierda que trajo nos permite acceder de forma casi gratuita a una montaña de conocimiento que antes era accesible por un sector más privilegiado dentro de la clase media (los eruditos-cultos que se tomaban el laburo de revolver libros en bibliotecas, asistir a charlas, debates, etc.). El saber hoy se ofrece a muy buen precio a la vista de prácticamente todos, es la falta de interés hacia éste lo que me resulta fatal. La gente no elige ser ignorante directamente, elige ser indiferente ante tanto conocimiento. A esta gente los diarios les inundan el cerebro (98 movidas políticas y económicas, 43 investigaciones acerca de cosas que no saben ni que son, 28 conciertos y obras de autores que no aparecen en Tinelli, etc.)los leen como un niño de 5 años lee su primer libro de cuentos (si tuvo la suerte de tenerlo): pasando las páginas tratando de adivinar qué está pasando viendo los dibujos, o en este caso los títulos y copetes parcializados por intereses corporativos. Lamentablemente la excesiva oferta de información dispara sentimientos de frustración e indiferencia en lugar de generar interés y admiración por la constante evolución de la especie.
    En el campo político esto se ve sobretodo en los electores de nuestro amado Macri, quienes ante una lista de crímenes (el tipo está procesado) , violaciones de los derechos humanos, actos de corrupción, discursos incoherentes, cantos de letra frente a periodistas, hurto de proyectos realizados por políticos que lo antecedieron,etc.(creo que abuso de este recurso) ; acusan de resentidos a los que exponen la verdad y compran su discurso berreta de víctima. Está claro que esta gente no es ignorante, saben a quién están votando, saben cada una de las que se mandó, pero aún así por indiferencia social lo prefieren. Obviamente este tipo de gente no puede admitir la realidad ya que su subconsciente los protege cegándolos de lo escatológica que es su ideología. Esta gente en gran medida no es ignorante (más bien han a accedido a una educación privilegiada) es indiferente, carente de pensamiento crítico. Son un claro ejemplo de indiferencia que no llega plasmarse del todo en la ignorancia.
    Pero el mayor ejemplo de la indiferencia se ve en la facilidad con la que los "despiertos" interctúan: sólo hace falta reconocer el silbido de un himno cultural, el bulto de un libro en la mochila, un pensamiento citado en una conversación. Los "despiertos" no necesitan ir a un boliche para encontrarse, no necesitan gritar que fueron al cine a ver la última caca producida en Hollywood, no les hace falta uniformarse para pertenecer (desde un saco hasta una campera de jean llena de parches y tachas son permitidas en el club pluralista), no hace falta pertecer a un status social; simplemente están destinados a juntarse, a exponer su ideología y armar largos debates. Pero lo más importante a destacar es que ningún "despierto" se considera despierto, siempre está dispuesto a bucear en los lagos del saber, disfruta juntarse con quienes le puedan enseñar, no necesita inflar el ego con la admiración, son las boyas responsables de guiarse a si mismas en estos bastos océanos de pus.

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  9. Iba de pasada por acá, me quedé para ver como desarrollabas el término "decadencia cultural" y pensé que me iba a encontrar con algo novedoso, pero me encuentro con un texto muy bien escrito y completamente falto de autocrítica. Y sí, a veces da una rabia de la puta madre, pero hay que ver que haces con eso además de escribirlo, creo.

    ¿Cómo derrotar la decadencia cultural? Ser propositivos.

    Personalmente, me encanta conversar y escuchar historias. Creo que es lo único que nos salva de nosotros mismos. El conocimiento por el conocimiento a veces se convierte más en un acto de vanidad que de valentía, todos tienen derecho a encantarse con algo más que la canción pop del momento y ahi debemos estar todos, conectándonos, enseñando y dejándonos enseñar. Conocer por acumular también es una forma de decadencia cultural.

    Ligado a esto, creo que la estupidez es digna de estudio por lo siguiente: todo ser humano desea en lo más profundo de sí aprender algo más. Esa es nuestra real naturaleza. Sólo hay que saber como llegar. La estupidez es un estado, una situación, sólo significa que en un particular punto de ti vida elegiste basar tu cotidiano en comer, follar, cagar y reirte de pavadas para evitar el esfuerzo de comprender esta vorágine de información que podría atormentar al más sabio. Por eso necesitamos a los otros. Para entender que no es terrible no saberlo todo.

    Segunda herramienta a mi haber: la cocina. Es mejor pillarlos con un buen caldo en la panza a veces, porque la estupidez es la comodidad dentro de una profunda incomodidad y aprender es como estar en casa. Como el pastel de choclo de mi tía sureña.

    Un beso y un abrazo, capaz que me de otra vuelta en otro momento.





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